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Un cadver es retirado de un hospital en Per, siguiendo los protocolos sanitarios.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) lanzó tres guías prácticas para el «manejo digno y seguro de personas fallecidas» que hayan tenido diagnóstico confirmado de coronavirus o se sospeche que hayan muerto producto de esa enfermedad.
Los documentos publicados por esta entidad científica especializada en la práctica forense abarcan todo el proceso relacionado con el tratamiento del cuerpo, desde su preparación y traslado hasta su inhumación, con recomendaciones para el personal de las funerarias, de los cementerios y también para los deudos.
El EAAF señaló, en primera instancia, que el riesgo de contagio durante buena parte del manejo de estos cadáveres es «alto» y que debe ser realizado siempre por grupos de dos personas debidamente protegidos con las mismas herramientas que utiliza el personal médico para tratar pacientes de Covid-19.
Los encargados por parte de la funeraria deben colocarse esos elementos de protección personal según el protocolo y «antes de entrar al edificio» ya que «todos los ambientes y personas presentes implican riesgo de contagio» y se les recomienda evitar el uso de celular, beber, comer y o fumar en cualquier momento del operativo.
El proceso de «embolsado» requiere, entre otros puntos, la desinfección del cuerpo y del lugar dónde se encuentra, su disposición con movimientos mínimos y coordinados por parte del personal.
En caso de tratarse de una situación dentro de una vivienda, luego de retirado el cuerpo, los familiares deben ventilar el ambiente y desinfectar el lugar dónde se produjo el fallecimiento y el camino de salida que siguió el cuerpo, siempre usando guantes y tapabocas.
Se deberá «lavar la ropa de cama y otras ropas con jabón, sin sacudir y con mínimo contacto posible».
En otro protocolo, el EAAF se refirió al manejo del cadáver en la funeraria: tiene que mantenerse embolsado y se lo deberá disponer en el féretro para su cierre inmediato.
Sin ceremonia, el entierro de un cuerpo en un cementerio brasileo.
«El cuerpo que está en una bolsa porta cadáveres íntegra y dentro de un ataúd (cerrado) no representa riesgo de contagio o propagación», aclaró la entidad forense.
Además, se recordó que no está permitida ninguna acción estética sobre el cadáver, que la cremación del cuerpo es opcional y no obligatoria, aunque se aclaró que las cenizas producto de la cremación no transmiten el virus.
Aunque se reconoce su trascendencia cultural, los velatorios -para cualquier tipo de causa de fallecimiento- se encuentran suspendidos mientras dure la cuarentena por tratarse de reuniones sociales.
Todo acto de ese tipo, por breve y acotado que sea, debe hacerse a «cajón cerrado», indicó la EAAF.
Tanto las recomendaciones para el personal de la funeraria y cementerio como para los deudos emitidas por el EAAF se pueden descargar completas en https://eaaf.org/el-eaaf-lanza-guias-practicas-para-el-manejo-de-cuerpos-asociados-a-covid-19-en-argentina/
El Equipo Argentino de Antropología Forense
El EAAF se creó en 1984, trabajó inicialmente en la identificación de personas víctimas del delito de desaparición forzada entre 1974 y 1983, y hasta el momento recuperó más de 1.400 cuerpos, identificó a más de 800 personas y aportó pruebas en la mayor parte de los juicios de lesa humanidad.
Esta tarea continúa ya que aún tiene «en resguardo» más de 600 cuerpos recuperados de ese período que no fueron identificados.
En los últimos 20 años su trabajo se hizo extensivo a casos que involucran restos de personas sin identificar o la búsqueda y recuperación de cuerpos de personas desaparecidas.
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