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El informe proyecta que en este proceso electoral se gastarn ms de 10.838 millones de dlares
Aún falta un mes para los comicios estadounidenses pero el Center for Responsive Politics (CRP), una organización que se dedica a rastrear y analizar el financiamiento de los procesos electorales federales, pronosticó que la de 2020 será la campaña más cara de la historia del país, 50% más que la anterior.
«Las cifras de este año están por las nubes; aun si a partir de mañana no se gastará un dólar más, ya superamos todos los récords; tratamos de ser conservadores, pero también serios, y hacemos una proyección extrapolando cuánto se gastó y qué aumento significó el último mes de campaña en las elecciones pasadas», explicó a Télam la directora ejecutiva de la organización, Sheila Krumholz.
En total, el informe de CRP (publicado en opensecrets.org) proyecta que en este proceso electoral para elegir presidente y vicepresidente, renovar la cámara baja del Congreso federal y un tercio de la alta, el Senado, se gastarán más de 10.838 millones de dólares, lo que ajustado por inflación representa un aumento mayor al 50% con respecto a 2016.
Spending in the 2020 presidential race is projected to near .2 while spending on congressional races will likely surpass surpass .6 billionthat means the 2020 election cycle will cost just under billion when all is said and done.https://t.co/B6cezbmKyO pic.twitter.com/HauaeszfMx
OpenSecrets.org (@OpenSecretsDC) October 1, 2020
En la campaña presidencial se gastarán más de 5.163 millones de dólares, una cifra muy superior a los los 3.321 millones de dólares (ajustados por inflación) que habían marcado el récord anterior en 2008, la elección que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca.
Las elecciones legislativas, en cambio, no llegarán a empatar el gasto de los comicios de medio mandato de 2018 y récord histórico: casi 5.675 millones frente a poco más de 5.900 millones.
Donantes y recaudación
Detrás de este masivo aumento del gasto electoral se esconden varias tendencias y casos locales importantes.
Por ejemplo, los pequeños donantes -todos aquellos que aportan hasta 200 dólares- pasaron de representar el 14% del gasto total al 22%.
«Trump es el candidato presidencial que más dinero recibió de pequeños donantes en la historia», destacó Krumholz, pero también sumó: «Las plataformas liberales fueron extremadamente exitosas en la recaudación online de pequeñas sumas. Los republicanos también lo están haciendo, pero empezaron más tarde.»
«Trump es el candidato presidencial que más dinero recibió de pequeños donantes en la historia»”
Sheila Krumholz
El caso que mejor demuestra esta tendencia es la campaña de la joven congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez, una de las figuras del ala progresista del Partido Demócrata que ganó rápidamente una imagen nacional.
La legisladora, que está por cumplir su primer mandato, se ubicó quinta en la lista de los que más recaudaron dinero en la cámara baja, con casi 12,5 millones -79% proveniente de pequeños donantes- detrás de Steve Scalise y Kevin McCarthy, los dos principales líderes republicanos del pleno, el titular la poderosa Comisión de Inteligencia, el republicano Devin Nunes, y la presidenta de la cámara, la demócrata Nancy Pelosi.
Pese a las enormes cifras que recaudan, principalmente de industrias, corporaciones, organizaciones e individuos con intereses en el Estado federal, todos estos influyentes líderes de la Cámara de Representantes tienen la victoria casi asegurada, según las encuestas.
Ocasio-Cortez también llega muy cómoda a noviembre, pero a diferencia de sus colegas no aceptó donaciones de corporaciones o grupos que toman dinero de fuentes no declaradas.
«En 2016, el demócrata que defendía esa banca recaudó tres millones; lo de Alexandria Ocasio-Cortez es completamente excepcional, construyó una base muy activa de simpatizantes e hizo un trabajo extraordinario para recaudar dinero de pequeños donantes, es inédito», destacó Krumholz.
Mientras que los pequeños donantes representan un 22% del total en la proyección de CRP, los llamados megadonantes, los millonarios que desembolsan individualmente sumas enormes, solo suponen un 8%. Sin embargo, para Krumholz estos siguen teniendo un poder decisivo único.
Sheila Krumholz, directora ejecutiva de CRP
«Los pequeños donantes pueden ser un factor crítico de contrapeso para las grandes fortunas; los megadonantes no pueden dar directamente montos enormes a las campañas, pero sí pueden inyectar mucho dinero muy rápido y para elecciones puntuales muy estratégicas, como alguna banca del Congreso o la propia Presidencia», explicó.
En Estados Unidos, los individuos tienen un techo para las donaciones a las campañas de los candidatos (2.800 dólares) y a los llamados Cómites de Acción Política (PAC, en inglés, 5.000 dólares), pero pueden aportar sin límites a los llamados SuperPAC, unos grupos cuya única limitación es que no deben coordinar sus estrategias electorales con las campañas de los candidatos, algo que, sin embargo, suele hacerse de manera informal.
Cuatro de los cinco millonarios que más dinero ponen en los procesos electorales aportan a candidatos republicanos o causas vinculadas a ellos. Sin embargo, el informe muestra que los demócratas nuevamente gastaron más que sus rivales: casi el 54% del total del proceso electoral 2020.
Senado
Por fuera de la presidencial, la elección que más atrajo la atención de los grandes donantes fue la renovación de la banca del Senado del estado de Kentucky, hoy ocupada por el presidente de la bancada mayoritaria de los republicanos, Mitch McConnell.
El influyente republicano recaudó casi 36,7 millones, mientras que su rival demócrata y expilota de los Marines, Amy McGrath, hace tiempo lo superó y ya se acerca a los 47 millones.
«En 2008, McConnell recaudó menos de 21 millones, en 2014 unos 31 millones y ahora se encamina a 37, pero aún así lo superaron porque ya no se trata de la banca de Kentucky, sino de la continuidad del hombre que muchos ven como el habilitador en el Senado de la agenda de (Donald) Trump; la elección se nacionalizó», explicó Krumholz.
Muchas de las campañas más caras para el Senado coinciden con las que tienen final abierto.
La carrera hacia el Senado de EEUU tambin concentra la atencin de los donantes.
Mientras la mayoría de los analistas descuenta que los demócratas mantendrán el control de la Cámara de Representantes, la mayoría republicana del Senado parece más frágil.
Los republicanos poseen hoy una mayoría de 53-47 en el Senado y el 3 de noviembre se jugarán 35 bancas, 23 en manos de ellos y 12, de los demócratas.
Pero, como Krumholz repite una y otra vez, el dinero es vital hasta cierto punto. Cuando los candidatos logran recaudar una cifra que les permite jugar en las grandes ligas, aun si hay una diferencia, no es ésta la que definirá la elección.
El problema es que el umbral para entrar en las grandes ligas cada vez es más alto.
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