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En cualquiera de los escenarios institucionales est en juego el fortalecimiento o la reconstruccin de los vnculos.

Durante el ao 2020, la humanidad en su conjunto fue atravesada por la pandemia del Covid-19, y en dicho contexto a un mismo tiempo se debi desarrollar una amplia y variada estrategia sanitaria que determin cambios en el comportamiento social, individual e institucional. La proyeccin de esta pandemia es parte de la realidad del ao recin iniciado, con un horizonte de esperanza generado por la oportunidad de la vacunacin universal y gratuita.

El sistema educativo se vio conmovido en todo el planeta, con diferentes polticas y en muchos casos con medidas que fueron variando segn la evolucin epidemiolgica, no podemos desconocer las lecciones aprendidas en ese perodo, y en la cual es posible afirmar que los y las educadores/as de nuestro pas, hermanados en las redes latinoamericanas se constituyeron mayoritariamente en un soporte esencial de la vida cotidiana de los educandos y sus familias. Su compromiso y profesionalidad no solo tuvo que vencer las barreras del virus, sino adems, enfrentar y recrear, social y pedaggicamente las profundas desigualdades puestas de manifiesto. El principal reconocimiento a esta conducta es escuchar sus voces y la legitimidad de sus propuestas.

Bajo las condiciones de presencialidad con el cumplimiento de los protocolos establecidos, con el componente pedaggico virtual, reduciendo al mximo las desigualdades o con la combinacin de ambas, la educacin en sus distintos niveles tiene la necesidad de asumir innovadoras respuestas, que sin abandonar los objetivos pedaggicos y curriculares, establezca una prioridad respecto a reducir al mximo posible la posibilidad del abandono o la desvinculacin escolar, particularmente, de la escuela media y en los sectores de mayor vulneracin de derechos.

Repensar la escuela, no se limita entonces a garantizar todas las medidas sanitarias y de infraestructura que prevengan la propagacin del Covid-19, y en tal sentido, el Consejo Federal de Educacin y el Ministerio de Nacin del rea, han definido cuales son los requerimientos para alcanzar esos objetivos. Cuando afirmamos el valor de las «lecciones aprendidas» estamos sealando el fortalecimiento del vnculo de la escuela, la familia y la comunidad, la visin integral de las polticas pblicas y su relacin cooperante y complementaria con las organizaciones sociales, y esto implica una amplia red de apoyo y contencin hacia quienes bajo estas circunstancias se fueron alejando.

En cualquiera de los escenarios institucionales est en juego el fortalecimiento o la reconstruccin de los vnculos, los cuales slo sern efectivos y duraderos en la medida que resulten de un nuevo contrato social donde cada alumno, alumna, independientemente del nivel y atendiendo a la diversidad en todas sus modalidades, perciba el reencuentro con la actividad educativa como un real y efectivo ejercicio de derechos, donde no solo han sido escuchados/as, sino que fueron tenidos/as en cuenta sus opiniones al momento de adoptarse decisiones institucionales.

Por Dr. Norberto Liwski, mdico pediatra social (UNLP), director de Programa de Actualizacin de Postgrado: Adolescencia y Ciudadana Juvenil: Derechos y Contradicciones en la Facultad de Derecho (UBA) y docente de la Universidad Pedaggica Nacional (Unipe).